NO CESA DE CRECER

 


Ojos tenebrosos 

sobre la fría escalinata 

por donde los vampiros y sus frescos laureles 

se deslizan con su media flor al hombro.

Noche de miedo y jazz 

con las aguas del Padre inundando 

su arcaico perfume.

Madre estrellada 

hacia la cena misteriosa.

Soy una pieza más del engranaje 

tratando de obturar la corriente, 

pero tú eres sólo un ser arrodillado 

ante una deidad nimbada por un porro 

que no cesa de crecer.
















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