Aserradero del ceniciento
piel roja musicado se oculta en la penumbra
con visión celestial para viajar en el tiempo
buscando la retina de la nube
lo que falta del sueño
cuando una bestia nos aguarda entre las rosas
fría como la nieve penitente
desprendiendo las letras hacia el suelo
aguantando hasta el final
con los ojos vendados
aún sabiendo que cuando me vaya
no me llorarán.