EL MURCIÉLAGO DE ORIENTE





La Gran Ramera
calienta el esperma de los plomos
sobre el horno de llagas
abriendo la abeja de plata
con aleta de pez
el ojo que todo lo ve
envuelto en papel aluminio
eco de una panadería
navegando por la axila del melocotonero
castañuela alegre de sargazos
en la cabeza del indio blanco
lejía y gangrena de miel
semilla occidental auto suicidada
en un profundo sueño
por orden de la élite babilónica
reptil en los ojos de un ministro
en proceso de expansión;
el murciélago de oriente.