Los Astrónomos Son Cáscaras de Naranja

 

Los astrónomos son cáscaras de naranja 

con las venas como tristes juncos hacia el abismo.

Dentro de una tienda de campaña,

Rockefeller amasa pan

con los muslos de una cascada de feministas.

Ha caído la estatua de Cervantes

insigne esclavo en Argel.

Las trompas de mis cojones se llaman Raúl 

y una flor se convierte en mosca

llenando mi cara de arrugas,

rompiéndose en pedazos.

Los relámpagos son tallarines eléctricos 

que buscan el pecho de la tierra

y encuentro sapos acariciados por el viento

y un enano debajo del papel.

El alcalde se viste con pieles de animales

revolcándose entre cenizas,

mientras la sirena llora palabras que caen.





LLAMAS NEGRAS

 

Veo la mano del diablo

poblando los cuellos del hombre

y sus dientes crujiendo entre llamas negras.

Los carniceros ríen tras de mí

cerrando una puerta de diamante,

mientras camino hacia una inmensa ola.

En la ventana de vulva dulce,

el niño ha muerto 

como un perro apagado 

y cada arruga de mi rostro 

es un recuerdo de tus rosas.




LA DOCTORA RÍE

 

La doctora ríe 

y aprieta mi duro glande en el fondo del pozo,

donde el ahorcado es un péndulo lleno de mordiscos

y mi abuela una máquina de coser 

defecando tornillos y agujas.

John D. Rockefeller.

El carruaje porta los nervios en un cofre

y palabras dulces para esperar la muerte.




HELADO DE DRÁCULA

 


Mi condena son los mocos del avestruz

colgados del árbol regado 

con sangre de piruleta,

helado de Drácula untado en sudor.

La soledad no tiene casa en la penumbra

y el pájaro enmudece 

cuando el Diablo tañe su guitarra

llena de raíces y espinas.

Los hijos de Baal se empinan

hirviendo labios sobre una puerta

de enhiestos senos violeta.

En el jardín de los cerezos 

no hay tambores,

sólo un hombre perdido y sin padre 

con su isla de garganta.




LUIS ROSALES


Veo tus ojos apuñalados por el hierro

con acento de oliva 

meciendo palabras mágicas 

y algún silencio misterioso

cuando de repente una pregunta 

torna el semblante torvo

desprendiendo un aire lánguido 

rodeado por lobos 

y una maleta de espuma

se dispone a marchar atemperada 

atrapando el cable de la vida

sosteniendo el peso de las cosas que sabes

frente a la muerte y al ámbar trasparente

y entonces...

queda tu amistad eterna 

tu verso conmovedor y claro 

viridiano e infinitivo 

de un maestro suave y sencillo 

iridiscente y pulcro

de belleza poética absoluta.





La Isla Donde Nacen Rosas Y Muchachas Abandonadas


Peregrinación a Citera (Jean Antoine Watteau, 1717)



He construido un fuerte con las hojas que he encontrado,

fuera de él ando sin rumbo conocido.

Tal vez en la frontera de la niebla se acabe mi destino

y entre las ruinas abandone mi música 

para hacer el amor con la astronauta.

Mi muerte olerá a orina celeste en tu jardín.

Ascenderé la colina brumosa 

para escuchar a Emma pronunciar mi nombre.

Emma del paraíso;

tu cuerpo en algún azul más allá de la blanca torre,

vibrando en la orilla de las rosas húmedas,

rocío y neblina, sobre tu pelo llueven cascadas de pétalos.

El bosque es un telar lleno de esperanza;

los robles dorados cierran los ojos 

cuando mis labios caen al arroyo 

y tu corazón se desvanece en ondas turquesas.

El día comienza a declinar 

y debo regresar al fuerte con tus pies y tus nubes,

abandonándome al polvo y la sombra,

deseando retornar a la isla 

donde nacen rosas y muchachas abandonadas.





CUALQUIER PARTE


Soy más alto que la orilla del mar,

que las hormigas con sombrero

iluminando lo oscuro.

Mordí la fruta del escombro 

y la blanda pulpa de piedra borró el camino

antes de que pudiera cruzar el umbral.

Estoy atrapado aquí;

entre los hombres y los dioses

como cuajada en un bol,

como naipe en la niebla cruzada por un ciego.

Debo morir o vivir en cualquier parte,

violado por la luz.









Todo Es Misterio Si La Vida Es Breve

 

Dicen que llueve

pero sólo contemplo orines

detrás del espejo deshojado.

Las ventanas poseen axilas 

sin apenas envoltura o máscara de barro

como Júpiter mezclado con llaves.

Más allá de la fumata negra del Diablo

todo es misterio si la vida es breve

enloqueciendo en el trapecio

en la niebla a salvo de los hombres.




LONCHEAMOS LAS MEJORES VIEJAS



Loncheamos las mejores viejas

finamente y sin dolor

en marco de plata

desfallecemos la carne ajada

sobre las crines plateadas 

de aquella abuela tejiendo el sabroso fuego

rodeada de jardines

y una tribu de escorpiones 

en el fondo del mar

verdugos implacables

de blanca librea.



DEJEMOS AL ORGASMO SER PÁJARO

 

Los pájaros rodean sus pies

en un escenario nuevo

donde peina el arco iris y caen ciruelas maduras

de los hombres que mueren con las alas abiertas.

No hablemos más, hablamos demasiado.

Dejemos al orgasmo ser pájaro.




LA LLAVE

 



La llave 

viejo limón cansado

en el paraíso de los trenes

con su rancia música de hemorroides

emerge de la niebla volando con musgo fértil

con las tinajas de vino abiertas

y un eco de calcetines

despidiéndose en la lejanía.



PELO PIEDRA

 

Marte y su corcel saliendo de la habitación a través de las grietas 

con las calaveras enredadas en las uñas.

Pelo Piedra esnifa una raya de coca sobre el disco,

es el ídolo de los diputados que pagan en negro a sus criados.

Pelo Piedra construye puentes con los huesos del alma.

Y llora vino, vino tinto

bajo una lluvia que borra dulcemente el alma.




PIANO

 



Piano anclado en mi sábana de barro

desguazado en hojas de parra

tus manos vuelan lejos 

te coloqué sobre los hombros 

en la sombra cargada de compresas 

y la cruz echó raíces en el corazón

formando una muralla de miel 

abrigo de soledad

dulcemente 

lanzado a la intemperie 



AGENDA 2030



Me limpio los mocos con la Agenda 2030

Vomito sobre la Agenda 2030

Me masturbo sobre la Agenda 2030

Escupo sobre la Agenda 2030

Quemo la Agenda 2030

Rompo la Agenda 2030

Coso la Agenda 2030

Me divierto leyendo la Agenda 2030

Ataco la Agenda 2030

Beso a la Agenda 2030

Sodomizo a la Agenda 2030

Me follo a la Agenda 2030

Me enamoro de la Agenda 2030

Repudio la Agenda 2030

Penetro a la Agenda 2030 (sí o sí)

Estoy loco con la Agenda 2030

Me caso con la Agenda 2030

Pinto la Agenda 2030 

Analizo la Agenda 2030

Me visto con la Agenda 2030

Pienso en la Agenda 2030

Tengo hijos con la Agenda 2030

Cocino la Agenda 2030

Obedezco los miércoles a la Agenda 2030

Estoy ilusionado con la Agenda 2030

Te mataré con la Agenda 2030

Te amaré con la Agenda 2030

¿Hablamos de la Agenda 2030?

Izquierdas y derechas unidas por la Agenda 2030

Monarquías y repúblicas defendiendo la Agencia 2030

Bailemos al ritmo de la Agenda 2030

Mis respetos por el Foro de Davos y la Agenda 2030

Me limpio el culo con la Agenda 2030

estupendo papel higiénico.







BLUES AÑEJO

 




El viejo fonógrafo y los botines negros

junto a la ahumada guitarra

de Skip James o Charlie Patton,

sin ancla y sin regreso,

con bramidos fatales

violando a la diosa frágil en cada curva,

porque el whisky de maíz pega duro 

y la virgen es una llama

con cuello de pájaro.

Un trago de ceniza,

un latido sembrado de blues

cuando alcanzas el límite fatal

y entierras los dedos 

en la fresca flor del tabaco.






CHARLIE PATTON (C.Sandre, 2019) {Oil, R.Crumb Copy}



Cuando Las Rosas Se Acaban En West Point

 



Con ojos en los zapatos

abro el cofre lleno de muchachas picoteadas

cuando las rosas se acaban en West Point

y un anciano tuerto toca el violín en el desvencijado carro 

y los niños se pelean en el desagüe del presidente 

y las mariquitas se montan inflando globos en el césped

yo cabalgo la pradera

rodeado por melancólicas doncellas 

esmaltadas y pálidas como vampiras

yo cabalgo sobre la muerte

destruyendo cráneos y amuletos del Diablo 

conjurando un interminable charleston

que Emma baila alegre e indiferente.







LÓPEZ VÁZQUEZ



 

Lo veo caminar

por un templo de guardapolvos

donde el viento arranca sus dientes

hasta crear un eclipse de sol

llenando las bodegas de nubes

las oficinas cubiertas de hierba

con su fino bigote de arcilla.

López Vázquez 

es una noche sangrada de árboles

un resplandor inesperado

de mirada huidiza 

y sombrero silvestre

sobre el camino.

Su habitación nostálgica

posee cubrecamas y naftalina,

tiempo detenido, neblina 

y el corazón atorado entre matojos.

En un recodo, algunos óleos inéditos 

y en la pantalla, fresca arena horadada.

Sobre su frente una balandra en guerra 

y la colonia de un tiempo perdido 

prisionero en un jardín del olvido.












ALFREDO LANDA



                  Alfredo Landa {Carboncillo (C.Sandre, 2008)}


Alfredo Landa 
cabalga por los cines de barrio
como un caballo de arroz
tejiendo espaguetis en una maceta de mar
tan negra como la noche 
porque la muerte es una boina
que nunca pasa de moda 
y una noria hace girar deseos y codos
oliendo a colonia en la soledad del bosque.
Los cervatillos lamen las pestañas de Landa
y brincan por las verdes praderas
junto a crocantes rascacielos untados en anís.
Landa es una bolsa de sábados bajo la manta
labrada con roca anclada del Partenón,
un despertador hecho añicos
desvelando la luz de la ceniza.
Dentro de un pequeño cine
cae una lluvia azul turquesa,
la voz de Landa 
es una conserva de lata recién abierta
y mi alegría al oírlo 
una patata con labios de elefante 
quemando el ojo en la cerradura.
Un día Alfredico emigró hacia el cielo 
sediento de totalidad ante Manolo.
Y yo salí del acantilado 
con ojos de mariposa y cable 
hacia la felicidad.