Tantos Amores En La Cabeza y Sólo Uno En El Corazón


           
Ladrón de pana te caza el sexo
la luna fenicia de salamanquesa
portando los cubos mágicos por el Congreso
semilla a cambio del sacrificio humano
para descongestionar las venas agarradas al cielo
y abrir la mesilla de noche
y hallar la cabeza de Gerald Durrell
procurando esnifarla con los pechos al aire
soñados por el diablo.
He comprado mi tumba para prostituirla
y se ha meado una gárgola debajo de mi brazo
porque los hombres no entendemos a las mujeres
y el que se acerca decide no adentrarse más
y cambiar su foto por la de un leproso follador
siempre fiel a quienes abandona
portando una centella dorada
por tantos amores en la cabeza
y sólo uno en el corazón
con el epitafio escrito
en nombre de Emma.