Y Sólo Existe Cuando Odia



Y sólo existe cuando odia 
en su cueva de los cabellos,
ofrendando lánguidos serafines 
que fija el viento.
Tiembla una flor afónica 
en la escarcha del bosque, 
cuando los solos de maíz 
de mi corneta lloran
los últimos deseos 
de un suicida.

















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