En una espesa trama de núcleos fritos
caminando por la plaza
en que una noche nos besamos
fui incapaz de acariciar tu piel
llevando un traje que no te conocía
fui pelando las sombras de iglesias
ante el calamar de la nada
con su antiguo y alegre dominio
pero un día tendré que afrontarte
asumiendo el más probable de los fracasos
antes de que la vida se coagule.
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