No sé quién fuiste
lavado por el agua de las estrellas
en esta playa de venas
con fuego en los párpados.
No sé si fuiste
una chatarra que la luz corroe
o creciste por las páginas del tiempo
en esta eternidad de pájaros callados.
Quizás fui anónimo guerrero
resonando en una caracola
descarnada del astro que la rige
o el pasar de una nube acechante
tan cerca de la puerta
desprovista de mensajes.
Pero sé que la vejez
es una herencia de fotos
atrapada en la telaraña de la rosa
y que mi vida se perdió entre la espesura
anhelando un fantasma llamado Emma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario