Cuando en la noche una voz se detiene
queda el silencio,
la leche sin amor de una verga humeante,
el éxtasis supremo
de la flor abatida por el rayo.
Es un invierno implacable y destructivo,
que me hace soñar
más arriba de todas las estrellas
donde me espera mi alma
sin cuerpo ni dolencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario