Mátame Ahora que Soy Niño

Zapatilla con cabeza de plastilina
en su jaula de neones
como dorso en los sonidos
de alguna piel pálida
a la espera de la nada
viniste tú moviola de frambuesa
tu pie blanco cuajada dulce en mis labios
de grifo atormentado
como un tractor enterrado bajo la arena
palpitando su rosa de piedra
en conserva la partitura del concierto
rugiendo dentro de mi armario
cuando mi corazón vive en un jardín
tan lejos de la chimenea de mi cabeza
hay una mujer detrás de estos versos
como un espejo de sal
que me atormenta
pero te ruego entre lágrimas
mátame ahora que soy niño
y aún creo en ti.


2 comentarios:

  1. Me gusta mucho el poema, la lúcida emoción que transmite y ese perfecto remate en los últimos versos.

    Mi felicitación, Cristián.
    Un abrazo.

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  2. Hola Rosa Marzal, tu presencia deja un perfume indeleble en el sumidero de mi blog
    y no sabes cuánto es necesario después de publicar "Giñar Coca Cola"...

    Ahora todo huele a Rosa...
    Gracias.
    Abrazo

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