Un
silencio
esculpió la drogada presencia del Doctor Livingstone
incendiando mis
sábanas con una cerilla,
después una vieja loca interrumpió la partida de bolos
amargando los días y las noches
como una carracla martilleando mi cerebro,
pero cuando la sed hizo presencia
del
sexo de mi ex-novia goteó un barniz secreto
usado por antiguos pintores
flamencos
mojando las catedrales y los consorcios.
Las tapas de anchoas
embellecidas en misteriosas tiendas de
antigüedades
se carbonizaban por la judería,
bajo el amargo twist
bailado por
los Dioses de ojos rojos.
El aire es más fresco
en esta zona de Zaragoza,
haga frío o calor.
(de "Vida Sabática")
Leo tu poema y visualizo alguna de las calles del casco antiguo de Zaragoza, con sus bares de tapas... Ah, y el cierzo (que casi nunca falta a la cita).
ResponderEliminarInteresante paseo, Cristián.
Abrazos.
Hola Rosa, este poema trata sobre una zona en concreto; la antigua judería. Allí está la filmoteca de Zaragoza y sobre todo algo que me apasiona; las tiendas de antigüedades. Por alguna extraña razón, siempre he percibido que allí la brisa es más fresca lo cual hace que tengas más ganas de hacer cosas. Los judíos son los creadores de Hollywood y no puede ser una coincidencia que eligiesen esa zona hace siglos y luego en nuestros días se erigiese allí la filmoteca. Hace una semana, con un joven actor que empieza, paseamos por la zona y al cruzar una esquina (es decir, al salir de la judería hacia la calle San Vicente de Paúl) le pregunte si notaba algo y él me dijo, afirmativamente, que esa vibración desaparecía.
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