LETANÍA DEL LOCO DISCRETO


No son de este mundo
pertenecen a la vida inmaterial
y se alimentan de energía
de ensaladas de piano y ciclistas llorosos
pinchando una rueda en el templo de Göbekli Tepe
sustrayendo la capsula por todas partes
cuando antes del toro
el lagarto caminaba entre los hombres
y el diluvio y la Atlántida se leían en el polvo del futuro.
Música y humo,
el carnero de la cultura epidérmica
reencarnado hoy en el búho financiero
ante la somnolencia de unos y la connivencia de otros
se retuerce de placer ante el crepitar
de los tiernos huesos de niños
y el Vaticano goza con la cruz ardiente de Notre Dame
vista desde el cielo mientras prende de velas otra pequeña cruz
para recitar pálidas ofrendas al señor búho-carnero-toro
reptil cráneo colgando en el templo
a tope el día de crepúsculo y ahora las acciones desplomadas
de Masters of the Universe y Jabón Lagarto.
Pero el futuro es bello y unidas podemos cagar juntas
y convertir nuestros excrementos en estrellas
y seguir su rastro estelar hasta los confines de Orión.
Todo es tan denso y colorido como el neón.
El cuerpo no pesa, sólo el aroma como un ancla en la tierra.
Hay un gusano de luz lejano, lleno de polvo iridiscente
con mi nombre flotando dentro.
Desde ahí veo a Pedrito, mi único amigo, con George Raft
y una pléyade de chicas;
los ojos azules de Nathalie flotando indistinguibles en la piscina,
el aroma negro achocolotado de Janita y los de Palacagüina
con sus promesas imposibles quebradas mas allá del océano
y en la imaginación el moño de Kim Novak
como un agujero negro en caída libre,
los pies de Maureen O'Hara rozando hipnóticamente
la butaca de terciopelo tan rojo como su cabello
y algún kimono ochentero sobre un tatami perdido en los trigales
en pelea sudorosa con Cynthia Rothrock y la japonesita numero 13,
Rosita de Marzo rodeada de rosas en el banco y su brazo tan blanco
para al final, como eco mareante,
embriagarse con la fragancia indescriptible de Emma Suárez
eterno femenino
sentada en la barra de Tierra con ese vestido de cielo que atravesé
dejando el alma pura que pude ser y no fui
cuando descubrí el misterio de una mujer
como mentira artística imposible
y la lista de los reyes NO-DOS.
DESPIERTA CARBÓN,
cae otra piedra en el yacimiento de Tiahuanaco
me dio en la cabeza
y llevo semanas sin dormir hablando horas con él
visita ya inevitable la del negro de ojos azules,
él también añora los viejos portales de Zaragoza
humedecidos en los inviernos mocosos de Don Pelmazo
y gusta atisbar por las ventanas alguna antigua lámpara velada
pasando el dedo por el lomo de los animales disecados en Sobrarbe
y en las madrugadas temiendo el palo de la cuna
y el fondo oscuro del armario con bolas de naftalina
rodando hasta que mamá lo abría
Lumirama y jazz años ochenta
libro para colorear escribía en japonés por detrás
Lumirama y jazz años ochenta
Pinocho y el rotulador oscuro demasiado frío
conecta el grano de arroz iridiscente en el agujero negro
hay miles para elegir pero sólo uno abre las puertas
tiempos mejores en los que el cine era una vagina asequible
dividida en un mazo de naipes por la calle Quinto de Ebro
y aquí está él
me palpa mi nuevo ganglión en la muñeca
como un sardónico doctor
sobre mi cama de lavanda y huesos de amapolas.
Me besa en la frente, le escupo en la cara.
Le digo soy sólo un músico
y me responde
eso es lo que más me atrae de ti,
mi pequeño Watteau sonoro.
No puede hacerme nada.
Nadie está dentro de mi sinestesia.
Ni siquiera tú para bien, Claude.
Vi la cruz arder y pude dormir por fin,
fui a despedirme al final del río
con dolor deprimente en las rodillas
no estaba loco no estaba solo
te lo advertí Peter el 13 de abril
días antes del incendio
dicen que han visto a alguien parecido a mí
andando de la mano con Jana cerca del mercado de Huaylas
la suave brisa de Lima y sus calles atestadas
besándonos tocando un piano imaginario
subiendo las escaleras mecánicas del aeropuerto
es extraño yo estoy en la tierra de las liebres
con mi ruina de siempre y macetas en los bolsillos
con la muñeca y rodillas hechas confeti
y el alma quebrada sin botella
no tengo miedo Pedrito
sólo estoy cansado
pero las palabras se me caen y vuelven a mí como un yo-yo
soy valiente cuando la guerra empieza
aunque me preocupo demasiado antes de comenzarla.
¿No escuchas un estremecimiento a través de las altas secuoyas?
El frescor del verde oscuro y el olor a mora no pueden pintarse
por eso soy un mal pintor y un estupendo compositor
ese color y olor divergen de su consistencia y fragancia material
se desdoblan
son como un aliento en la nuca que te impulsan el alma
y yo deseo atraparlo el frescor el primer amor
tan robado lo busco lo persigo en los cuadros en las músicas
en los poemas mal escritos en las canciones escolares
en aquellos conciertos del Pilar
cuando se hablaba a una chica de tú a tú
en el olor de los libros antiguos encuadernados de piel
por algún alquimista solitario con ojos de huevo
lo palpo en los paseos por el Rastro con mi abuelo y sus tebeos solares
lo siento en la primavera rediviva por Macanaz rodeada de ese olor a melias
en la ventana donde miraba Buesa el horizonte
quizás buscando mis rizos perdidos
ellos también desean el frescor
pero nunca dan
solo reciben
ahora tienen tanto miedo aquellos que me persiguieron
tiemblan en la arboleda bohemia
por todos sus pecados
porque una conciencia dormida en Europa despierta.
Francia no está muerta, los vi rezar, por fin.
España pronto despertará.
Me voy cuando por fin no estoy solo.
Todos somos uno.
Jesús está con nosotros.



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