Matador de Abrigos



Muerta la sombra una campana lleva nombre de fusil
se abre un cuerno de melancolía quebrando el espejo
filtro del guisante erizado como una catedral masticada
ralladita sobre el tibio bosque del payaso
desquiciado a ritmo de maracas y recuerdos de cacahuete
con el césped recién cortado cerró para siempre la quiniela en su caverna
sus ahorros ducados y ejemplar gasolinera
con un estruendo mutilado el matador de abrigos
dibujó sobre su cama un caballo atado a la nada.













2 comentarios:

  1. "Cuerno de melancolía" qué imagen tan descriptiva; ciertamente puede ser un animal peligroso la melancolía. Me gusta este poema, que nada entre la tristeza de los espejos y el vacío existencial "un caballo atado a la nada".

    Abrazos, querido Cristián.

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  2. Siempre un placer tu visita, querida Rosa. Gracias por tus palabras, una alegría leerte y un privilegio tener tu presencia.

    Abrazos Rosa estimada

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