QUESITOS

 




Yo intento besarte y besarte,

rozarte y tocarte,

pero mis besos se deslizan  

porque en tus mejillas flotan torrijas.

Torrijas dulces de leche,

carnecita fresca que me estremece.

Dos peces nadan entre tus pies,

como yo nado entre tu carne

hecha de cuajada con miel.

Tus pies son quesitos, 

quesitos del caserío,

un susurro de leche 

que me llama entre el rocío.



SOUVENIR



Soles verdes naciendo entre tus muslos

como un perro perdido por astros errantes

vienes y me meces como niño

pero eres polvo estelar

souvenir extraído de la matriz del universo.

Si no despierto mañana

llévame con las estrellas,

en el abrazo astral 

donde el sueño se aleja para siempre.













DESAYUNO 520

 


Cuelgo notas musicales en las palmeras,

el viento las interpreta

como partituras sinceras.

Entre pétalos de sombra,

un río amarillo fluye, caprichoso y elegante,

abriéndose paso por mi frente

como tostada caliente.

Y todas mis palabras van siendo perdidas

en un cosmos de sobacos,

mientras el pan y yo entramos en trance

y nos hacemos pedazos.








MÁSCARA DE HIELO

 


Todo está oscuro 

es una tinta desgarrada goteante

con su máscara de hielo igualmente goteando,

haciéndome resbalar sobre las risas huecas de las marionetas.

Los gestos de afecto no ocultan destino alguno.

No hay rincón más oscuro que vuestra frialdad,

la cual voy asumiendo como propia, 

puliendo el hielo de mi planeta imaginario.














Un Salchichón Truena En El Cielo

 


Un salchichón truena en el cielo 

y un rayo ilumina mi cuerpo como una jaula fresca

el Gobierno se baña y yo la busco a ella

pero Emma se esconde en el silencio de la nevera 

y mi único amor es un perro ajeno

empecinado a marchar contra el viento 

bajo una tormenta de ropa y de venas 

mientras camino por las calles del tiempo

cubiertas de amapolas y calaveras.











UNOS DADOS MAL DADOS

 


Unos dados mal dados 

una voz anhelante de ser oída

cubierta por el moho, retorciéndose dentro del cajón,

el polvo se asienta sobre las palabras no escuchadas.

Y reflexiono sobre el suicidio, 

no como rebeldía ni angustia, 

sino como fin de una rutina molesta a los demás,

para adentrarse en espacios más profundos,

por el camino donde los suicidas 

ronronean su moto entre la niebla,

encontrando una luz fecunda

y algo parecido a la paz

antes de la próxima encarnación.









 






EL PAPA ES DE SUMERIA

 


El Papa de Roma porta un pez en la cabeza,

marino, majestuoso y colorido,

reposa orgulloso sobre su cráneo abatido.

El Papa de Roma, con su pez coronado,

enciende las mentes, despierta lo olvidado.

El Papa trepa por los techos de la capilla, saca la lengua y caen pedazos de arcilla.

Los fieles quedan atónitos, sin comprender,

mientras el Papa se ríe, sin miedo a perder.

El Papa de Roma es de Sumeria,

su historia se extiende como una epopeya.

El Papa de Roma es de Sumeria,

convence a sus fieles, los lleva a la histeria.

Sus escamas relucen, reflejo del sol ardiente,

mientras el Papa camina, sereno e indiferente.

La gente se detiene, confundida y perpleja,

mientras el Papa les pega una buena colleja.

El Papa de Roma es de Sumeria, 

separa y divide alma y materia.

El Papa de Roma es de Sumeria,

su pez nada libre por la vieja Iberia.

El Papa de Roma y los protestantes 

tan lejos de Jesús, al que yo soy constante.

El Papa de Roma con su pez maloliente, 

sacando y metiendo su lengua de serpiente.











GLÁNDULA PINEAL

 


Desde Sumeria al Papado,

pasando por Egipto,

custodiando las embajadas militares,

sosteniendo la mesa de los Castevet,

las piñas desentierran sus huesos tallados 

y el reloj se funde en una nube de fuego

traspasando las barreras de lo tangible,

cortando los dedos del horizonte en enigmas mágicos,

chapoteando lejos de nuestro turbio entendimiento.














La Taza de Café Que Desayuno



La taza de café que desayuno 

los dientes de un piano con caries

las manos sienten la sonrisa del jabón 

en este inmenso vacío 

guardando los ojos en los bolsillos

con aquellas ramas de lavanda que nunca ofrecí a Emma,

mientras jugaba con los niños corriendo hacia la nada.














PUENTE INÚTIL

 


Contemplo la soledad del loco

y la colilla de su cigarro retorciéndose como gusano ciego 

en un jardín donde las estatuas cobran vida en la madrugada

y el viento danza entre ellas como un amante desesperado.

Los suspiros por Emma flotan como burbujas de pensamientos perdidos,

sin darme tiempo a crecer en un mundo áspero e incomprensible.

Ahora en el jardín de mi cabeza las palabras florecen como flores silenciosas

y un perro me sigue a todas partes

como si la nieve que piso fuera un pan milagroso

y la lejanía hacia la gente que pasa por mi lado un puente derruido e inútil.







Soy Un Hombre Hecho De Lluvia

 


Una salchicha en el palacio del alba

se desgrana hasta quedarse calva.

Soy un hombre hecho de lluvia 

que danza enamorado de Emma rubia.

Un arquitecto de rayos en colmenas

tejiendo laberintos de luz entre las venas.

Soy una moneda con pelos

cegando el camino con sus destellos.

No espero piedad ni amor de nadie,

pues mi esencia se forja en la soledad del aire.














CARMEN JONES

 




Un brazo amarillo me persigue 

cuando la luna derrite mi cuerpo de gelatina

y las estrellas caen del cielo una tras otra

mientras los tiburones son un millar en mi orinal 

comprendo que estoy solo y nadie va a venir a ayudarme 

lejos puedo oir los gritos de los humanos

pero tengo auriculares y aquel film de Carmen Jones

para no pensar en ti.



















Con Los Dedos Mojados

 


Carecíamos de tiempo

bailando una danza 

con las sombras enredándose en mis pies,

caminando solo por la arena del cine.

Y a veces salía de la sala 

viendo a Emma a mí alrededor,

mientras Theda Bara con el vientre 

parecía gritar algo crudo.

Ahora mi mente se siente tan pesada

cuando recorro los valles del futbolín...

Soy mucho más viejo 

pero aún aparento un solitario joven azul.

¿Cómo he llegado hasta aquí?

Necesito salir, sacudir la niebla de la cabeza

y guardar las albóndigas debajo del arco iris,

para dormir como una araña roja en una lata

con los dedos mojados en los muros.














VENDEDOR DE PROMESAS

 


Me asusta el tiempo, 

construiré una pantalla entre los ramajes

y taparé mis oídos ante el vendedor de promesas,

pisaré un huevo duro delante del espejo 

y sus garras sombrías se delatarán,

pues la vida es un camino 

que se debe recorrer sin miedo.

No temas las tardes sombrías

porque tienes un deber que cumplir

y no perderte en tu propia rutina.

No hagas caso de su sonrisa de plata 

con su voz de seda y amor,

el Diablo siempre dialoga 

y nosotros debemos guardar silencio.














LA REINA DEL TECHNICOLOR

 


El capitán de artillería

con su corcel de hojalata

saltó a través de la luna de queso

y aterrizó en un jardín de espejos rotos,

donde aún funcionaba la escalera mecánica

del SEPU de Zaragoza.

María Montez había regresado 

y los relojes se fundieron en un abrazo interminable,

como los de mi abuelo cuando me compraba un muñeco

y en el corazón del caos nació una semilla de esperanza, 

pero al huraño capitán la gente le molestaba

y se refugió en un rincón oscuro y solitario,

iluminado por la Reina del Technicolor,

hasta transformarse en polvo y chispas de estrella,

arropándose con su abrigo de fuego.














LA BIBLIOTECA

 


La biblioteca eyacula soda efervescente 

y sus libros se amontonan como torres gigantes

mientras el polvo flota en el aire formando un velo misterioso.

Los estudiantes van y vienen para algún día ordenar el mundo a su manera,

mientras otros permanecemos aquí, 

plantando nuestras raíces durante décadas,

porque la biblioteca es un refugio donde el tiempo se detiene

y yo permanezco en la butaca junto al cristal,

con la lluvia empañando la mirada,

observando el mundo a través del vidrio,

como si fuera un espectáculo que no me pertenece.

La lluvia cae y borra el paisaje conocido.

Las silentes presencias que deambulan me confortan, 

son la unica relación social a la que aspiro.

Una vez hallé un libro viviente,

raído y deshilachado;

un ejemplar ochentero de Fragonard,

que la chica de gafas con lindos pies sostenía, 

mientras cabalgaba desnuda por la huerta de los ordenadores.

El sol brillaba sobre la hierba y ella galopaba con gracia,

pero un día su mirada se tornó triste 

y tras largos años, esperando unas palabras mías que nunca llegaron, 

abandonó el  jardín.

Y la Gran Ramera envió una pandemia y la biblioteca cerró por dos años.

Fue después cuando empecé a cruzármela en la calle,

paseando un cochecito de bebe junto a una señora mayor. 

El tiempo había avanzado para ella porque había abandonado el jardín 

y comprendiendo el misterio decidí regresar a la biblioteca

y el mundo entero pareció detenerse en la eternidad.

Regresé alli para estar solo en medio de todos

y cruzarme con los ciervos y sus miradas,

pero el alguacil, que apenas sabía leer, me dijo;

-"La chica de gafas, aunque estuviera prendada de ti, 

abandonó nuestro jardín y Dios la castigó.

Ella te esperó durante años 

y tú la dejaste escapar con la serpiente.

Ahora has regresado a nuestro templo

y quizás ella tenga una vida, un hogar y una familia en el infierno.

La afeminada voz del alguacil 

me trajo el recuerdo de otra mujer madura y bella

 y esperanzado le pregunté;

-"Pero mi buen y analfabeto alguacil

¿dónde yace la pícara bibliotecaria pelirroja 

que mostraba desnudos sus talones sonrosados? 

Me gustaría hacer el amor con ella".

Pero el alguacil sentenció;

"Oh, permíteme decirte que eso no es posible,

pues la bibliotecaria es una persona respetable y honorable, 

cuyos cabellos han encanecido

y sus antaño prietas carnes se han ensanchado.

Ahora, sólo desea ordenar la sabiduría del templo. 

Debiste aprovechar la oportunidad 

cuando vuestra diferencia de edad no suponía una afrenta a la naturaleza 

y ella se sentía aún seductora y proclive a hermosas aventuras".

Una pena, pensé

y caminé por los pasillos de la biblioteca en silencio, 

con mi pipa de calavera,

observando a las bibliotecarias hechas de hojalata,

que recorrían los pasillos con pasos mecánicos.

A veces, tengo miedo de que un libro me muerda el culo

y poco a poco me convierta en él y mis huesos en hojas de papel.

En la planta de arriba duermen ancianos empapelados con periódicos.

En la lejanía se oyen unos sordos tumultos,

gritos de guerra en las calles, identidades enfrentadas,

en un juego de poder que no tiene fin.

Es mejor continuar aquí, en la biblioteca,

en la tranquilidad de la lectura,

en las páginas de los libros, para despedirse de todo lo vivido.

En la biblioteca solitaria, 

ser hombre y despedirse del mundo,

un mundo que ya no conozco ni puedo comprender,

a salvo de los cuerpos de la acera.



























EL BUEN MISÁNTROPO

 


Como el pato en el desagüe sabiendo que todo el mundo lo mira,

el sol se esconde detrás de las montañas conspirando contra mí.

Las sombras se multiplican y se peinan con mantequilla,

mientras la humanidad es una plaga que infecta todo lo que toca.

La luna se funde en un melancólico charco de estrellas 

y ese agua lunar es el agua de tu sexo.

Las nubes lloran lágrimas de pintura en el lienzo del cielo,

cayendo sobre los hombres que crean censuras en los medios.

Me gusta estar solo y en mi cabeza hay un huevo

que es el mayor demócrata del mundo,

pues desprecia a cada hombre y mujer por igual.

El sol es una naranja que llora un laberinto sin salida.

Soy el buen misántropo y no deseo el dolor de nadie, 

tan sólo ambiciono vivir lejos y en paz.

Las estrellas se funden en mi boca formando un nervioso pájaro negro.

El mundo seria un lugar hermoso si no fuera por la gente.

El corazón me late al revés cuando el mar me habla de antiguos sueños.

Soy el buen misántropo y no entiendo nada de lo que me rodea.

Los edificios son jirafas gigantes

y las flores labios silbando extrañas melodías.

La soledad es mi aliada, su silencio me susurra secretos cósmicos

y con una bicicleta estática aterrizo entre el polvo del planeta errante.

La gravedad me abraza como una madre

y en medio de la nada, encuentro la plenitud.

Soy el buen misántropo, bautizando con mi saliva el sexo de las estrellas.

La humanidad me ha decepcionado, ya no confío en ella.

Mi mente se adentra en misterios ocultos

y la humanidad se desvanece ardiendo lentamente.












Los Ochenta Ya No Volverán

 


En el bosque oscuro,

los zapatos colgados de la luna 

miran con envidia el brillo de las estrellas danzantes.

El universo eyacula galaxias que se expanden 

en un orgasmo cósmico desbordante.

Soy la tiniebla del reloj devorando el tiempo

con la ceguera de una lombriz en la fundición,

transformándose en dragón hasta volar al "Caracol" de los ochenta,

junto al perfumado fumador de pipa que rellena quinielas. 

Los ochenta ya no volverán;

el grano de la imagen se perdió,

pero su olor y su música siguen sonando en mi mente sin cesar,

ausentándome del presente,

perdido en un tiempo de nostalgia que se fue.













EMMA ERA DALILA



La luna llena ilumina el camino,

los árboles crecen al revés en este mundo

y sus raíces se pierden en el viento

susurrando canciones antiguas.

Soy un hombre solitario con un clavo en la cabeza

y un manto oscuro hacia nuevos horizontes.

No temo a la dureza de la vida,

pues las rocas se convierten en suaves almohadas a mi paso.

Además mis lágrimas son cristales que se derriten al sol

y su sabor es dulce como la miel de las abejas.

El demonio habla un lenguaje secreto

e ilumina la noche con su brillo plateado.

¿Qué harias tú si supieras el secreto de mi fuerza?

Me bañaría en el fuego del sol y en el hielo de la luna

y volaría en el viento como un pájaro de luz,

porque soy un acordeón prensado por un molino

al ritmo de una melodía sin fin.

Emma era Dalila cuando al principio todo era oscuridad

y las sombras se alargaban como dedos fantasmales

guiándonos por el camino del misterio.

Ahora te he perdido y el mundo se ha convertido en un lugar pequeño,

en un bar solitario y sucio de farola anochecida.


















SUPER WEEN

 




Cada instante que vivo 

siento una fría sombra a mi lado,

una llave en el culo del zombie

derramando sus lágrimas sobre los muros.

En el patio la lluvia empieza a caer

y Super Ween planea por el claustro sombrío.

El polvo regresará a mi celda

y yo con la nariz amarilla 

rescataré ese mundo antiguo 

donde el agua limpia corría sobre la madera.

Lo reconozco, 

he vivido de mala manera,

entre las bragas de los bosques que sirven al recuerdo.

Estoy solo en la tiniebla

con el negro de ojos azules 

y las llamas del infierno en su mirada.











LIMPIO Y SUCIO

 


Banquero, debo ir hasta el fin de la sal

sobre una tapicería bordada con petit-suisse,

porque el ascensor no funciona, 

tiene ojos de talco y arrastra un lodo antiguo.

Pero no me importa caminar,

aunque siempre me siento extraño en algún lugar del camino, 

en súbito zig-zag,

y sólo soy yo mismo 

cuando me planto bajo la curva azul de la cúpula.

El mundo es un lugar limpio y sucio

y es imposible disfrutar de cada uno por separado.

Dos cucarachas de Júcar

recorren la mesa donde están los senos

y el viento sopla en dirección a las palmeras.

Ella estaba hecha para mí, como una casa abierta.

Sabes, aún me masturbo y después me ducho

y uso colonia porque puedo y te amo todavía.





MI SOMBRA SE VOLVIÓ A MIRARME

 




Mi sombra infeliz modelada por distorsiones,

se adhiere a mí con guillotina de pegamento

por las carreteras oscuras de los submarinos,

tan limpia y austera por las luces largas

del helado marchito,

cincelada por obra del tiempo y mi acervo,

inmune a toda caída, siempre dependiente,

no tiene nada que hacer pero se volvió a mirarme

en un desastre de líneas negras,

haciéndome añicos en lo más interior

con miedo a verse en otro tiempo.

Hija de mi altura pero apreciada por distintas magnitudes,

su nombre es Jones y su misión es secreta, 

lista para relevarme hacia la inmersión final,

llevándose de mí todo aquel tiempo tan hermoso.







Las Suelas De Los Botines de Covadonga Cadenas

 


Quien me espera está lejos borrando la noche, 

secando los recuerdos de la infancia 

entre los hilos tensos de una década envolvente

que tira de mí y me arrastra.

La espuma más exquisita cae del cielo,

calladamente como un acorde tímido,

sobre mi cornisa hecha de homúnculos.

El amor ya no vibra como antaño,

toda mi habitación es una cueva 

con venas que afloran en su piel.

Los arcontes escriben sus mentiras,

mientras muero sobre la nieve de la cama

junto a un árbol envejecido.

Tal vez, por un momento, 

sentí aquel narcótico amoroso,

aquella rosa de melancolia adormecida en el viento,

tan ridícula y sobada como el rito de un paisaje

que ya no reconozco.














JUNTO A UNA VIRGEN DORMIDA

 


Junto a una virgen dormida,

el caballero sigue confiando en la vida.

El lecho de hierba donde se tumban

es una inmensa cabellera verde.

El caballero golpea las estrellas

y al caer forma con ellas una manta

para arropar con chispas de luz a su amada,

pero, al alba, ella es sólo 

una pila incinerada.








 





La ONU, Aquelarre de Brujas

 


Se abre el suelo bajo mis zapatos y no encuentro uno de mis testículos

trotando por el laberinto en busca del jardín de nuestros padres,

sólo hallo a niños cercados por círculos de ceniza en los trasteros de la ONU

y a sus falos hacinados en las torvas del ministerio, sin posibilidad de retorno.

La ONU es un aquelarre de brujas y los perros lloran el aire triste de la ciudad,

gimiendo, suplicando mi ayuda, pero yo sólo contemplo corbatas y zapatos de tacón 

medrando por los pasillos fantasmagóricos en el misterio de las estructuras,

declinando los jardines en polvo a la ilusión.

Ellos erigen sus monumentos secretos y yo guardo el zapato de Annie Besant 

lleno de esperma frenético entre olor a cuartel y ramos de lirios.

Ellos ahogan la pequeña industria 

y no perdonan al minúsculo sol discordante que se nutre de cenizas bajo la nieve.

Estoy solo, junto a los perros, custodiando este féretro mojado por la lluvia,

mientras escucho los tambores que provienen del templo de las Naciones Unidas 

en su lánguido aquelarre de brujas.














MICRÓFONO PRIMORDIAL

 


Micrófono primordial descendido del cuerpo

tus violetas llaman al timbre al filo del recuerdo

cuando fuiste mía y se inclinaban las colinas a golpe de besos

y temblaba la maceta de lavanda en el herbolario de las pupilas.

Ahora todo es distinto,

ya no vagamos entre dedos disecados 

porque los cortinajes de la mano han empolvecido impregnando toda la estancia.

Sólo queda el recuerdo,

las tardes de vino dorado alentando el combate de tu falda perdida

para revelar aquella primitiva forma de emperatriz clamando mordiscos 

y otros recuerdos que me torturan sin saber aún su desenlace,

oscilando de un lado a otro 

como si fuera un dado lanzado por Emma,

oyendo el mar desde la arena.














Rockefeller, Diosa de la Diarrea

 


Rockefeller diosa de la diarrea 

con los codos acaricias una perra llamada Gibraltar 

persiguiendo en el bosque a los payasos 

y a las minorías sin colectivo sabroso

arrastrando sombreros de copa y barcas vacías

hacia lejanos ostracismos donde recojo la luz del alma

separándonos como cercas 

sabiendo que ya no llegará la primavera 

porque somos abortos para tu dios Moloch sediento de cachorros inocentes

ante la inmensidad de la nada y la impiedad de tu séquito

anhelando el retorno del Toro de Fuego

y sus dulces cantos de arpa.














Secuestrado En La Cama

 


Secuestrado en la cama

la llama de una milésima de arroz

apuntando hacia el ocaso

suena la trompeta del pensamiento

entre silencios desmembrados

y sobre el barranco la torre

se derrumba frente al rayo

pero tú sigues ahí 

exhalando fragancia de carne

contemplándome 

con los ojos en las manos

siendo yo oculta soledad

atrapada en un tubo de ensayo

porque no existo 

soy un piloto ciego

un vampiro amante de la soledad

que se aburre con vuestros tormentos

en una incesante ola 

de recuerdos manipulados

cuando las estrellas son destellos de odio

y el Diablo se acuesta a tu lado

ofreciendo su mano.

















ESE MONTÓN DE HORMIGAS

 


Pronto vendrá la primavera 

y emergerá el cadáver de la azafata bajo la nieve 

y sus zapatos feroces cruzarán las calles comerciales

la luz del atardecer sobre la fábrica abandonada 

ante el espejo de los tumultos 

el aire ido de una adolescencia prehistórica 

a punto de explorar muriendo sin remedio 

enésima afonía de la autodestrucción

con sus tetas de nata golpeando las puertas

espantando a los perros que ladran 
doblando las esquinas

lamiendo el otro lado en busca de luz

pero sólo hay oscuridad 

porque habéis destruido la felicidad 

como yo la maté para envejecer contigo

junto a un tallo de agua limpia

sobre ese montón de hormigas.









ÚLTIMO ATARDECER

 


Mi cabeza frita su resplandor de músico vivo

el arpa de la melancolía hacia el silencio 

ensimismada tumba de culpa 

en torbellino sublime y violento

para siempre para nunca

nado hacia dentro

en el recuerdo de los monstruos matemáticos

llenos de caspa y legañas  

en una casa asaltada por el ruido 

y autómatas vacíos 

para huir encima de una galleta

hacia el sol de un jardín imposible

donde el Diablo te arranca el alma

bajo la tormenta fresca

del último atardecer.














TUBO DE ENSAYO

 


Aún recuerdo tu pálido brazo

cuyo dulce zumo sangraba 

gotas de sangre

sobre mis cerebrales con leche.

Fue aquel desayuno junto a la ventana, 

cuando por primera vez la lluvia 

me pareció un fantasma bañado en lágrimas.

Se ha ido apagando el deseo

como las vaginas se apagan a mi paso

con el parpadear del pensamiento.

A veces recuerdo

el calor de los labios vírgenes 

y entonces los rizos de la sombra 

tiemblan su llama ante el ocaso.

No somos tan diferentes 

aunque ahora ambicionen enfrentarnos;

te han rodeado con las mismas cercas

hasta que las derribé para ti

y descubriste que la vida

es un tubo de ensayo.














EMMA POSEE DOS CABEZAS

 


He soñado otra vez con un sol de carne 

fabricando en mi pensamiento 

abismo de helado dulce

bajo un diluvio de huesos

empujándome a untar de nuevo

las yemas de las nubes

porque Emma posee dos cabezas

en esta noche lúcida 

donde sólo hay cenizas 

prendidas en los pantalones de arroz

con sus cremalleras en pantera rosa

que reducen la mejilla al frío carbón

sin una queja sin un grito

como un volcán mudo debajo de la tierra

clavando en el pecho de un cadáver

el escupitajo de una flor.



















En Un Bolsillo Negro

 


En un bolsillo negro

se hundiría esperando lo imposible 

esta sangre luminosa de la memoria

que recibe y desprende la noche 

con los órganos celestiales sobre los brazos

subiendo al garage de los montes

a través del bosque y la nieve

borrando las huellas de la conciencia 

para seguir nutriendo

un bocadillo en el culo 

sobrevolando el cojín Manolo cometa de boulevard 

con el cadáver frustrado e inaudible

el fluir de la sangre desvaneciéndose cada día 

mientras ardo en el granado trigal

y una orquesta de olas me acompaña

con su ruina sonora 

por el mundo de los vivos

en un aquelarre sin fin.














Si Tuviera Una Pregunta Más

 


Si tuviera una pregunta más 

sería para Dios 

porque ha vuelto del revés una estrella 

y ahora sé que el Diablo es una rosa

con su lengua bíblica lamiendo el helado en el vestíbulo

sin afán de huida 

esperándome con matrícula de Nueva York

en un cajón de la cocina 

donde escucho un eco obstinado

el caer de los cereales

sobre el cáliz fragante 

y de repente recuerdo ese dulce déjà vu

cuando anoche me crucé con alguien 

y no sé desde qué oscura soledad 

me comprendió por un segundo eterno 

sin apenas mirarnos

jugó con mi polla y arrojó su máscara 

con un puñado de rosas

era una mujer era el Diablo 

venido de otro planeta  

redondo frío verdoso

emergiendo en la tiniebla

como una sandía etérea

rozándome con su tacto.

Ahora sé que nunca estaré solo

porque tú me hablas

y Jesús llora por mí 

lágrimas de miel de abeja.














SIN CUERPO NI DOLENCIA

 


Cuando en la noche una voz se detiene

queda el silencio,

la leche sin amor de una verga humeante, 

el éxtasis supremo

de la flor abatida por el rayo.

Es un invierno implacable y destructivo,

que me hace soñar 

más arriba de todas las estrellas

donde me espera mi alma 

sin cuerpo ni dolencia.















Antes De Que El Viento Se Lleve Mi Esperma



Antes de que el viento se lleve mi esperma 

con los genitales de los tambores sobre la cama vacía,

me despido con sudor helado 

de mi calzoncillo sufriendo en la mesa del traductor.

Una ráfaga helada rompe el silencio de la noche 

y escucho el roer de la sierra del carpintero 

y la trompeta del perro del parque 

lagrimeando sobre la hierba húmeda.

Enloquecido corro por la plaza 

con mi sombra marchita sobre los brazos,

lamiendo la locura 

como un perro borracho 

sin más alcoba que la luz 

iluminando un trapecio en la oscuridad.














TU SEXO LEVITA

 


Contra las aguas del pan,

tu sexo levita por aquella ventana 

percibiendo los sonidos 

en la mente del lápiz,

cruzando el puente 

como un mareo negro 

anunciándome al Diablo.

Tardaré mucho tiempo en nacer,

rugiendo como un tigre 

con la dignidad del astro salvaje 

y las lámparas estallarán

exhalando ámbar quemado.

Hoy no iré a clase, 

pues el colegio se ha derretido 

en la nieve de los polos,

pero si acudiré cuando tu cabellera

encienda los almendros 

atravesando a nado

la noche acuática

arañada en la sombra,

abandonando la feliz soledad

de mi disco duro.














Y En Mi Interior Sonaba

 


Y en mi interior sonaba

su frío portal con acento de mina

vibrando en el mar 

acariciándome con sus hojas 

por el palacio oscuro.

Pasaron batallones 

y galerías de labios

desenredado los cuerpos pesados

el molusco de un náufrago errante 

saliendo de la habitación

ante el viento helado.












Siento Como Se Apaga Tu Voz

 


Siento como se apaga tu voz 

sin extinguirse la llama y la locura

y cae el polvo de mis hombros 

donde caen los recuerdos

la corriente del río de mi tronco

la herida del poema es un hormiguero

que muere despierto 

como ondulante párpado

y estoy acuartelado aquí 

amargando mi memoria 

antes de que llegue tu olvido.

He quemado tus cartas

y el fondo del mar está lleno de tu pelo,

te siento en el aire helado de la madrugada.

Había perdido la fé

tocando el trombón en mi interior

y ahora contemplo una rueda de dientes

rayos y flechas en columna de a cuatro

y al demonio en su puesto

ofreciéndome un juguete de cartón 

hecho trizas como mi amor desperdiciado

porque soy la rosa del infierno

cuando el día amanece

en aquella cerveza.














EMPAPARME DE DIOS

 


Cargo a cuestas un cajón negro

mientras un planeta a lo lejos refulge

escuchándose el sonido de tus pasos

y el gotear de los gorriones de mermelada.

Ahora habitamos en regiones contrarias,

en una telaraña de un sigiloso teatro,

pero quizás mañana nos alimentemos 

de la carne de los toboganes 

y un pedazo de luna 

sea nuestra cena en un restaurante.

En este plano de existencia, 

yo velo insomne 

dentro de una mortaja con olor a cerrado.

Sólo necesito una linterna

para entrar en la caverna de la voz humana

y empaparme de Dios

bebiendo el zumo de oro de tus manos

antes de que despunte el alba.

















NO SÉ QUIÉN FUISTE

 


No sé quién fuiste 

lavado por el agua de las estrellas

en esta playa de venas

con fuego en los párpados.

No sé si fuiste 

una chatarra que la luz corroe

o creciste por las páginas del tiempo 

en esta eternidad de pájaros callados.

Quizás fui anónimo guerrero

resonando en una caracola

descarnada del astro que la rige

o el pasar de una nube acechante

tan cerca de la puerta

desprovista de mensajes.

Pero sé que la vejez 

es una herencia de fotos 

atrapada en la telaraña de la rosa

y que mi vida se perdió entre la espesura

anhelando un fantasma llamado Emma.










Y Sólo Existe Cuando Odia



Y sólo existe cuando odia 
en su cueva de los cabellos,
ofrendando lánguidos serafines 
que fija el viento.
Tiembla una flor afónica 
en la escarcha del bosque, 
cuando los solos de maíz 
de mi corneta lloran
los últimos deseos 
de un suicida.

















MARCANDO MI RUMBO

 


Un chaparrón en la noche

los fantasmas de los árboles

me orinan sobre el pecho 

como una fiera verde

siento el viento en las velas 

donde cuelgo mis muelas

y un rayo en la tormenta 

anda por cubierta

midiendo nuestras cabezas

deshojándose en diadema 

invitándome a dormir 

sobre jónicos hayedos

bajo un cielo encapotado

donde la bestia ruidosa

escribe mi nombre 

iluminándose como un faro

mientras nado.












LOS JARDINEROS DEL REY

 


Búscame 

con los jardineros del rey 

por este sueño mío

congelando las palabras

mientras el rey está solo 

sobre la hierba húmeda 

bromeando acerca de la vida.

Todo es tan real 

cuando cae el músico del viento 

y una vena dejada en seco

se convierte en candil 

para buscar una persona buena 

mas sólo hallo un árbol triste 

que llora la nostalgia de tu risa remota

haciéndose lombrices en el suelo.














LOS DÍAS VIENEN Y VAN

 


Los días vienen y van

dejando un rastro de luz mortecina

mientras me entretengo en mis sueños

con templos idos y diosas talladas

al margen de los años sin fortuna

surcados por lápidas de agua 

y arrugas en la soledad del invierno

comprendiendo que un día 

mis gusanos viajarán al sol

atravesando la garganta oblicua 

de los rótulos celestes 

y que sin compañía 

recordaré mis sueños desmoronados

como una estatua de sal.










Antes De Que La Vida Se Coagule

 


En una espesa trama de núcleos fritos

caminando por la plaza 

en que una noche nos besamos

fui incapaz de acariciar tu piel

llevando un traje que no te conocía

fui pelando las sombras de iglesias

ante el calamar de la nada

con su antiguo y alegre dominio

pero un día tendré que afrontarte

asumiendo el más probable de los fracasos

antes de que la vida se coagule.














LA CALMA DE LA TARDE

 


No pronuncio tu nombre 

porque se me tiñen los labios

y una llamarada me separa del cielo 

con un fresco olor a tierra mojada

cuando el tigre es un viento delgado

encadenado por los años

y me trago la torre con sabor cáustico

que purifica mi lengua 

abriendo la calma de la tarde.