Me asusta el tiempo,
construiré una pantalla entre los ramajes
y taparé mis oídos ante el vendedor de promesas,
pisaré un huevo duro delante del espejo
y sus garras sombrías se delatarán,
pues la vida es un camino
que se debe recorrer sin miedo.
No temas las tardes sombrías
porque tienes un deber que cumplir
y no perderte en tu propia rutina.
No hagas caso de su sonrisa de plata
con su voz de seda y amor,
el Diablo siempre dialoga
y nosotros debemos guardar silencio.
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