Con Los Dedos Mojados

 


Carecíamos de tiempo

bailando una danza 

con las sombras enredándose en mis pies,

caminando solo por la arena del cine.

Y a veces salía de la sala 

viendo a Emma a mí alrededor,

mientras Theda Bara con el vientre 

parecía gritar algo crudo.

Ahora mi mente se siente tan pesada

cuando recorro los valles del futbolín...

Soy mucho más viejo 

pero aún aparento un solitario joven azul.

¿Cómo he llegado hasta aquí?

Necesito salir, sacudir la niebla de la cabeza

y guardar las albóndigas debajo del arco iris,

para dormir como una araña roja en una lata

con los dedos mojados en los muros.














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