TE BUSCO

 


No sé quién eres,

pero apareces entre viejas sombras de melancolía,

moviéndote como un castillo misterioso

colocado en un camión.

Cociné unos dados a fuego lento, 

perdiendo el perfume de los tiempos

y me eché a la vida 

saliendo por las noches 

para ver si tropezaba contigo.

Hasta que un sábado de Julio,

sentí que tú cuerpo estaba en una bolsa,

en cada copa de árbol

donde duermen los enamorados.
















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