La cálida luz se extinguirá desde la orilla
porque el verano no dura eternamente
y tu hermosa cabeza encendida
sobre las ramas del álamo
es un ciervo tan dulce y ardiente
respirando hondamente
como el tejido de un velo transparente
que se eleva y desciende regresando a mi vida
porque has retornado entre flores colgantes
y pronuncio tu nombre
MADI MADI MADI
líbrame de las tres mujeres
que en la noche oscura profanan su canto
libérame de Emma y su red dorada
que me impulsa hacia la nada
porque nunca ha respondido a mi deseo
en el oro de la pared
cuando tú sembraste mi campo
y recogiste la mies de los días placenteros
los únicos que tuve con tu celeste huella
y desde entonces camino como un perro perdido
invocándote en el calor del día
y bajo el trueno te digo
MADI ven ahora con tus manos llenas de flores
para trocar nuestro invierno en verano
porque ostentas el poder
porque tú eres la andaluza que cruza
mojando sus quesitos en la fuente susurrante
con mi corazón palpitante en tu lecho de hojas
tú tañes un arpa divina cuya música jamás termina
y el bosque nos espera
para que esparzas tu dorado polen en las brumas de plata
donde las mariposas descansan su limpia frescura
porque el largo invierno ha terminado
en la hierba donde saldré a recibirte.