CUANDO REGRESE EL VERANO

 


La cama en llamas 

abriendo las ventanas y mi camisa de trueno 

para refrescar el corazón de la lechuga 

y partir una máscara de polvo

cayendo lonchas de mortadela por nuestros rostros

y fuera el huracán violeta golpeando la puerta 

cuando dentro brillaban ángeles frescos 

y en ti hubo un árbol sacando sus ramas por tu boca 

y las mariposas se posaban en mi dedo y me contagiaban su blancura 

pero no voy a escribirte hasta que triunfe

como un pirata de cuento

y vengas desnuda al bosque

cuando regrese el verano.
















HUBO UN VERANO

 


Hubo un verano 

hecho de sábanas de rocío 

cayendo gota a gota el jazz sobre tu vientre

cuando yo salía del naufragio 

con la boca salada de ti 

y tú llevabas un lazo en el pelo

y los dos éramos espuma 

en la superficie del mar 

nardos abriéndose 

como sonrisas recién lavadas

porque hubo un verano 

donde yo era un toro de bruma

embistiendo las horas en gritos 

entre tus pies nacarados

con su tierna porcelana al sol.
















SERRA HABLAN

 


Serra hablan el oso en el calimocho 

como medicina se pierde en la noche

entre mis recuerdos de juventud 

y aún puedo oler su calcetín entre las nubes

mientras camino hacia el trabajo 

y aquel chico que fui me regresa 

para penetrarte lentamente 

llorando de placer como una mariposa 

en la inifitud del bosque 

pero cuando salgo del trabajo 

sólo veo enormes piezas de ajedrez  

caídas en la calle.
















ALGO MEJOR QUE ARDER

 


Algo mejor que arder 

dame algo mejor que arder 

lentamente bajo la lluvia fina 

dame algo mejor que arder hasta las brasas

hasta las cenizas donde escribo tu nombre 

porque no tengo nada 

más allá de tu pensamiento 

ardiéndome lentamente.













GIGANTE

 


Sé que no volveré a la fábrica 

y mis palabras lejos de ti 

cobran valentía para decirte lo que siento ...

Eres tan alta y fuerte 

que cuando extiendes tu mano

los planetas y las estrellas son frutos cercanos

y tu luz lo baña todo

como una primavera furibunda

latiendo en un infierno de azúcar

y tu aroma de mujer inunda la fábrica trocándola en un prado salvaje

y a tu paso las maquinas de harina 

se prenden como las hogueras de antes

porque tus pies tan grandes y bellos

son párpados que se hunden

y me impiden alcanzar tu cuerpo 

para mirarte a los ojos y decirte...

yo te amo de amor

y llevo demasiado tiempo sentado bajo la lluvia

ahogado de comer mariposas cada vez que pasas por mi lado

porque eres la delicia del cielo 

y deseo que esta noche seamos niños peleando sobre algunos trapecios

besando nuestras bocas arrancándonos los labios

como si no hubiera un mañana

mientras me cuelgo de ti 

y me sostienes con tu poderoso cuerpo

porque el fuego debe continuar ardiendo

y tus piernas mojarse en los estanques 

de los frescos bosques 

porque eres gigante y pienso en ti cuando duermes

y la vajilla lava los viejos árboles

y la espuma crepita sobre tu musgo verde

porque eres enorme porque eres gigante 

y levantas bandejas de azúcar hasta las nubes

y las conviertes en algodón dulce

porque eres mi colegio perdido y hallado en tu nombre

porque eres mi luz en las tinieblas

quien me auxilia con linterna de cielo en la oscuridad 

porque yo amaba tanto la noche 

pero luego todo fue noche y el sol no volvió a salir

hasta que mis ojos se cruzaron con los tuyos 

y los míos se cayeron en pedazos 

latiendo en tu entraña 

porque llevas mis ojos en tus ojos duros

que se hacen suaves cuando me miras 

como yo miro cada uno de tus rasgos

tu perfil tu nuca tu pelo 

tu manera de caminar 

con mi corazón pegado a tu alma

porque yo te amo de amor

porque muero uno a uno en tus dedos sublimes

en cada gesto que construye tu feminidad

porque tu mirada es la más bella que me he cruzado en mi vida 

que me sacude y estremece en esa fábrica terrible

que abandonaré para volver a ser cristalero 

e ir de un lugar a otro, limpiando cristales,

como un caballero andante,

porque ser cristalero es el oficio más libre de obrero...

y tú como el recuerdo de un sueño borroso

seguirás moviéndote bajo una lluvia de harina

llenándote de bruma por el paso del tiempo.

Hoy ya es mañana y el sábado entra en cada poro de mi piel 

y salgo a pasear por la ciudad sintiéndome tan libre 

como si fuese un ratón huyendo de una rueda interminable

y miro el cielo y te pienso rozando en alas de polvo

porque eres gigante y empapas cada brizna de hierba que piso 

porque invades mi mundo 

luciendo en los carteles que prenden la noche 

en cada gorrión que me sobrevuela

porque eres el universo entero

protegiéndome como si fuera un niño 

cuando de repente descubro en un escaparate 

el morir de la primavera y el renacer de la moda estival 

y siento algo inquietante 

porque es ahora cuando comprendo 

que todo en ti es dolorosamente bello 

como un bosque en su último día de verano

donde ya puedes sentir el frescor del otoño 

que vendrá para arrebatar lo más hermoso

que no podemos asir eternamente...

Por eso no puedo olvidarte

y repito tu nombre y recreo tu voz 

porque no debo ni quiero olvidarte 

porque aunque eres gigante 

mi amor es más grande.
















EL CERVATILLO



En una apartada foresta,

me crucé con un astronauta 

que me señaló a un travieso cervatillo

jugando distraído entre las rosas,

cuando una hiena emergió entre la espesura

cubriendo de sangre el cuerpo del cervatillo 

y no pude olvidar su mirada,

sus ojos inmóviles fijados en mí,

el horror de su inocencia quebrada 

bajo una orgía de sol y pájaros, 

sólo yo parecía sufrir por él.

Me quedé, allí, sentado en una butaca,

con un casco de minero y un bocadillo,

sin hacer nada por el cervatillo,

como el rayo se distancia del trueno

y el tren castiga la cara

en el huracán de la memoria.
















DESCONOCIDA

 


En busca de un molino que gire las constelaciones

he descubierto tus ojos tu sonrisa 

y no los puedo desprender de mi bolsillo 

porque tu rostro emociona cubre y empapa

como alma de yema 

y pienso en cómo serás verdaderamente 

palpitando tras esa foto hechizante de pureza

cuando muero en la fábrica

limpiando las telarañas del tiempo

y me confortan tus ojos traviesos y tiernos 

tu sonrisa de niña eterna

como si no existiera maldad alguna en ti 

sólo misterio y ternura 

para reunirnos antes del quiebre 

porque quizás somos almas vagabundas 

que se cruzan desconocidas en la oscuridad

vislumbrando el resplandor.