TRIBULETE

 


Había un hombre dentro de un papel de periódico deshaciéndose en titulares mojados, bebiendo la gaseosa de sus ojos alma estrecha como un canuto de parchís lavaba sus mentiras enalteciendo a Mohamed el castor y las horas se le pegaban en la lengua para propagar la doctrina del gobierno aprendiendo lemas palabras y palabres hasta que un nuevo viento sopló del norte y sus huesos crujieron derrumbándose sobre un apaisado acordeón donde la noche llora.












INDOMABLE

 


El ángel de la muerte pone flores en los zapatos 

y tú apareces desnuda envuelta entre cardos

tus pedazos se cambian en una escala inadecuada 

esparciéndose por el vacío 

desde entonces he continuado yo solo mi camino 

pero sigo amándote mientras el avión cae 

humedeciéndose en la lluvia 

y cuando pienso en ti

enrollo mis venas como una ramita de canela

te busco de taberna en taberna 

siguiendo tu estela por los porches húmedos 

hallando tu nariz en los puentes colgantes 

tu cabellera sobre las paredes agrietadas

tus pies trepando por mi cama de franela

y una multitud aplaudiendo impresionada

porque mis rodillas no se doblan

me sostienen indomable

ante el viento gélido del fin de los tiempos.
















TENGO DOS EN MÍ



Las corbatas fragantes

ondean entre el humo del piano

donde el alma se pierde

quemando la vida

riendo sin boca

sobre la hierba púrpura.

Quisiera ser nada

pero tengo dos en mí 

crepitando bajo una lluvia blanda 

tratando de sobrevivir

en este tiempo helado 

que sabe a alambrada.















Siento Que Voy a Matar a Alguien

 


Siento que voy a matar a alguien

cuando las estatuas estornudan pétalos de humo

y subo una escalera de yogures

hasta perderme en el vacío.

Siento que voy a matar a alguien 

cuando escupo en mi sombrero de mendigo

donde cultivo estrellas

y el rey de las moscas se sienta en mi lengua

sujetando una vieja escopeta.

Siento que voy a matar a alguien 

cuando tu piel lleva escritas las mentiras del mundo 

y un esqueleto silba tangos en la niebla.