La Taza de Café Que Desayuno



La taza de café que desayuno 

los dientes de un piano con caries

las manos sienten la sonrisa del jabón 

en este inmenso vacío 

guardando los ojos en los bolsillos

con aquellas ramas de lavanda que nunca ofrecí a Emma,

mientras jugaba con los niños corriendo hacia la nada.














PUENTE INÚTIL

 


Contemplo la soledad del loco

y la colilla de su cigarro retorciéndose como gusano ciego 

en un jardín donde las estatuas cobran vida en la madrugada

y el viento danza entre ellas como un amante desesperado.

Los suspiros por Emma flotan como burbujas de pensamientos perdidos,

sin darme tiempo a crecer en un mundo áspero e incomprensible.

Ahora en el jardín de mi cabeza las palabras florecen como flores silenciosas

y un perro me sigue a todas partes

como si la nieve que piso fuera un pan milagroso

y la lejanía hacia la gente que pasa por mi lado un puente derruido e inútil.







Soy Un Hombre Hecho De Lluvia

 


Una salchicha en el palacio del alba

se desgrana hasta quedarse calva.

Soy un hombre hecho de lluvia 

que danza enamorado de Emma rubia.

Un arquitecto de rayos en colmenas

tejiendo laberintos de luz entre las venas.

Soy una moneda con pelos

cegando el camino con sus destellos.

No espero piedad ni amor de nadie,

pues mi esencia se forja en la soledad del aire.














CARMEN JONES

 




Un brazo amarillo me persigue 

cuando la luna derrite mi cuerpo de gelatina

y las estrellas caen del cielo una tras otra

mientras los tiburones son un millar en mi orinal 

comprendo que estoy solo y nadie va a venir a ayudarme 

lejos puedo oir los gritos de los humanos

pero tengo auriculares y aquel film de Carmen Jones

para no pensar en ti.



















Con Los Dedos Mojados

 


Carecíamos de tiempo

bailando una danza 

con las sombras enredándose en mis pies,

caminando solo por la arena del cine.

Y a veces salía de la sala 

viendo a Emma a mí alrededor,

mientras Theda Bara con el vientre 

parecía gritar algo crudo.

Ahora mi mente se siente tan pesada

cuando recorro los valles del futbolín...

Soy mucho más viejo 

pero aún aparento un solitario joven azul.

¿Cómo he llegado hasta aquí?

Necesito salir, sacudir la niebla de la cabeza

y guardar las albóndigas debajo del arco iris,

para dormir como una araña roja en una lata

con los dedos mojados en los muros.